domingo, 21 de octubre de 2018



SALVEMOS EL BETI JAI

   El pasado jueves, 18 de octubre, tuve ocasión de asistir en la Agrupación socialista del distrito de Chamberi a un acto en el que se expuso el pasado y el presente del emblemático edificio del  frontón BETI JAI.

   Intervinieron un representante de la Plataforma Salvemos el Beti Jai, un reconocido arquitecto miembro de la misma, un arquitecto ex-vicedecano del COAM además de la Secretaria de  Desarrollo urbano y planificación territorial de la agrupación socialista de Chamberi.

   Decidí acudir al acto porque conocí, recién llegada a Madrid, el edificio del Beti Jai en el que tuve ocasión de entrar antes de que fuese cerrada la puerta de acceso. Estaba en un estado calamitoso, sucísimo y deformado pero aún era muy bello dentro de la fealdad originada por su estado.

   Más tarde tuve ocasión de seguir y apoyar algunos de los actos realizados para salvarlo. Ahora que el edificio ha sido reconstruido y salvado y es propiedad municipal las aguas bajan, de nuevo, turbulentas para esta joya del patrimonio.

   Según se expuso por los conferenciantes, el ayuntamiento de Madrid pretende llevar a cabo una concesión administrativa para su explotación en la cual existen cláusulas que permitirán a la empresa concesionaria llevar a cabo las obras que necesiten para desarrollar su actividad. Y nada más, así en genérico está redactado el texto. Ante ello todas las alarmas se han encendido pues lo normal es que en un edificio calificado como bien cultural las obras han de estar reguladas para que no pierda su carácter particular que fue causa de esa calificación. Algo así como que han de sujetarse a cánones que, permitiendo la actividad para la que se realiza la concesión, no estropeen los elementos arquitectónicos y artísticos que lo hacen tan característico.

   Este caso es el ejemplo de cómo la movilización y participación ciudadana consigue salvar un bien que es de todos, en tanto es único y característico de nuestra ciudad, y ahora que es formalmente de propiedad de todos los madrileños puede , indirectamente, revertirse esta situación al menos en lo que se refiere a su uso y disfrute. Es decir: el Beti Jai es un bien de interés público y cultural, propiedad de todos los madrileños, pero al mismo tiempo solo podrá ser usado y disfrutado por una empresa privada en actividades de carácter lucrativo.

   A  mi me disgusta esta perversión. Lo que es de todos debería usarse para el disfrute de todos a precios módicos si es que hay que establecer alguno y, en el caso de edificios emblemáticos patrimonio arquitectónico y cultural deberían de permitirse las visitas de la ciudadanía en horas y días tasados, sea cual sea la actividad que allí pretenda asentarse.

   Me pregunto si será necesario llevar a cabo otra movilización....

   Os dejo aquí el enlace de la Plataforma Salvemos el Beti Jai para que podais ver las fotografías de todo el proceso que se llevó a cabo entre el antes y el después.

   http://frontonbetijaimadrid.org   

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