Tras el trepidante día de ayer, 24 de mayo de 2015, toca
revisar resultados, evaluar el éxito de las decisiones adoptadas, asumir responsabilidades
de forma transparente y mirar hacia el futuro.
Todas estas tareas
son muy importantes pero suele ocurrir que se hace una de ellas –la primera- y
si la cosa, numéricamente hablando, ha quedado aseada ya no se continúa. Aunque
esto último, continuar con las otras tres tareas, es lo que llevará al futuro
de la organización y al éxito que allí pueda esperarla.
Cada partido tiene
unos hábitos –una cultura se dice- y hacen una dos o tres de las tareas. Creo que
ninguno hace las cuatro…
Observando al PSOE
en el día de hoy resulta que en la primera
tarea analizan los resultados, cuentan con gran aparato donde han ganado,
quedado como segunda fuerza e, incluso, se atreven a presentarse como ganadores
y llave imprescindible para gobiernos de la izquierda. Arrojan el amplísimo
número de votos obtenido sin compararlo con el obtenido cuatro años atrás aun
sabiendo que las circunstancias especiales podrían hacerlo equivalente. Es decir:
no cuentan toda la verdad, no están siendo transparentes.
Sin entrar a
discutir esto, que me temo es verdad o no según con el cristal con el que se
mire, suponiendo que es verdad…resulta aun así impactante. ¿Por qué digo esto? Pues
porque demostraría que no se ha entendido nada. Que se sigue sin entender. Lo importante
hoy no es si se han tenido 600 mil votos más o menos lo importante es si se
puede gobernar bajo principios de izquierda. Es decir, es importante la
ideología no la numerología.
Esta actitud podría
ser válida hasta el día de ayer. En los tiempos de la vieja política. Pero los
tiempos están cambiando –han cambiado desde hace un año de forma irremisible- y
no es aceptable hacer un análisis meramente aritmético. Aunque este te señale
como vencedor. Porque lo que se necesita es distinto: es diálogo, cooperación, gestión
compartida, soluciones eficaces y próximas, asumiendo de forma rotunda las
aspiraciones de los ciudadanos, es decir se necesita a los otros, a los
semejantes, a las izquierdas. Y se
necesitan para construir la sociedad a la que toda la izquierda aspira:
justa, igual, no discriminatoria orientada hacia el bien común y no al interés
del capital.
Y este objetivo, una
sociedad justa e igual, exige el acuerdo de todos. Para ello se necesita
acordar y dialogar. Acciones que no son iguales. Primero se dialoga luego se
acuerda sobre la base de lo dialogado. Pero ¿qué es dialogar?¿ escuchar lo que
tienen que decir los otros? No solamente. Dialogar es estar dispuesto a aceptar
que los otros modifiquen con sus argumentos parte de tu forma de pensar o de
actuar. Justo lo que no se suele hacer en política donde demasiadas veces se
juega a ganar quedando por encima. Me temo que la situación manifestada por el
resultado en las urnas no permite acuerdos de quedar por encima sino de
dialogar –impregnarse del pensamiento del otro- y sobre esa base acordar y
construir el futuro común.
La segunda tarea implica evaluar el éxito
de decisiones tales como la composición de las listas electorales, la forma en
que se elaboraron, las cualidades y méritos que poseen los candidatos. Lo que
no es más que poner el foco en si se ha actuado en clave electoral o en clave
de ganar un futuro congreso regional, nacional o unas primarias. Un ejemplo muy
significativo de lo que digo es la confección de la lista al ayuntamiento de
Parla en la que no hubo plaza para la exalcaldesa Beatriz Arceredillo que ahora
ha quedado como segunda fuerza en esa ciudad encabezando una lista de entidades
ciudadanas que podría, incluso, llegar a
gobernar. ¿Se necesita más prueba de que la ciudadanía la quería a ella antes y
la sigue prefiriendo ahora? Se pueden poner otros casos también notorios pero
creo que no es preciso que me extienda más…..
Obtener un rotundo fracaso, como ocurre con la
Comisión Gestora en el caso de la lista al ayuntamiento de Parla, ha de llevar,
tras la constatación del mismo, a la asunción de responsabilidades por parte de
la citada gestora tal como se menciona en la siguiente tarea. Y no solo por el
fracaso sino por lo que este fracaso implica para el futuro de la organización
socialista al poner en manos de otro partido uno de los mejores cuadros de los que
en este momento se disponía.
La tercera tarea, asumir responsabilidades
con transparencia, es algo que está por hacer, a mi juicio, en todos los
partidos. Si alguna vez se asume alguna responsabilidad no se dice cuál es la
causa, se escudan en cuestiones personales y familiares como si asumir
responsabilidades no fuese un asunto que afecta a la persona que las asume y a
su familia. Al contrario de lo que suele creerse la transparencia -palabra tan
gastada en tan poco tiempo- exige conocer la razón de las cosas de forma que el
ciudadano sepa de un asunto aquello que es relevante para él y no el sueldo de
tal o cual persona, que es mucho menos relevante de lo que la morbosidad nos
indica. Y pocas cosas pueden ser tan relevantes como el hecho de que alguien en
la vida política asume una responsabilidad por un motivo concreto que se
explica en el momento de la asunción.
Asumir responsabilidades
no es solo cosa del momento en que se abandona algo –una dimisión, por ejemplo-
sino algo que ha de hacerse de continuo. Por ejemplo ahora, en el día de hoy en
el que los pactos llaman a la puerta de las fuerzas de izquierda, se tomarán
decisiones transcendentes para la vida de la gente y de las organizaciones pero
que, a la vez, serán estratégicas porque determinarán el futuro de estas mucho
más de lo que a sus líderes les gustaría.
Así resulta que
pactar entre las distintas fuerzas de izquierda o empeñarse cada una de las mismas en sostenella y no enmendalla tendrá
consecuencias para nosotros pero también para las organizaciones. Y siendo una
decisión estratégica las tendrá también en el futuro. Es preciso, por tanto,
sopesar de forma prudente y delicada la situación y planificar a corto y largo
plazo. Y después asumir la decisión, con explicaciones públicas, enumerando
ventajas e inconvenientes y los pormenores de la adopción de la misma. O sea:
de forma transparente.
Cualquier otra cosa
distinta de esto no será comprendida ni por la ciudadanía ni por la militancia
y llevará a la pérdida de votos de aquella organización que haya procedido de
forma distinta. Otro ejemplo: alguien puede imaginar que si se impide –por quien
sea en la izquierda- el gobierno de ciudades emblemáticas como Barcelona o
Madrid, Comunidades Autónomas como Castilla la Mancha o Madrid, dicho
comportamiento va a quedar sin castigo en la próxima cita electoral? No creo
que alguien se lo imagine…..
La cuarta
tarea, mirar hacia el futuro, se me antoja difícil si antes no se han
cumplimentado las anteriores pues ¿hacia qué futuro se puede mirar si se siguen
manteniendo las mañas de la vieja política ahora que la situación y el entorno
demandan lo contrario? Solo hacia un futuro inalcanzable e irrealizable. Un futuro
en que con modos de hace 30 años se alcancen logros propios de los próximos 30.
Como se sabe este efecto atrás-adelante adelante-atrás no ocurre más que al
bailar la yenka…
Titulaba este post Queda mucho porque las tareas mencionadas se llevan a
cabo de modo incompleto. Pero no solo por eso. Lo hacía porque no me parece
que, de nuevo mirando al PSOE, el resultado sea una victoria aun cuando pueda permitir
gobernar en muchos lugares. Si unimos al hecho de que la cultura de la
organización no es realizar todas las tareas citadas, la presión de la ciudadanía por cambiar el
panorama político y las disfunciones existentes en algunas listas electorales
es evidente que falta mucho para una situación triunfante.
Lanzo un llamamiento
a ir ¡A por lo que falta!
y que yo, personalmente,
traduzco en este pequeño decálogo:
1-
Listas
abiertas
2 2-
Limitación
de mandatos
3 3-
Elección
de integrantes de listas electorales de forma abierta y participativa
4 4-
Transparencia
también es el Reconocimiento de hechos ante la ciudadanía y la Asunción de
responsabilidades.
5 5-
Gestionar
los partidos con criterios científicos y de management
6 6-
Modificación
del sistema de voto de los españoles residentes en el exterior
7 7-
Modificación
de la Ley electoral
8 8-
Primarias
abiertas para candidaturas a todas las CCAA y Ayuntamientos
9 9-
Un
solo cargo –sea del nivel que sea- por militante
110-
Incompatibilidad
del ejercicio representativo en Parlamentos y Ayuntamientos con el ejercicio de
cualquier otra actividad remunerada.