miércoles, 20 de mayo de 2020


                           SEXUALIDAD DESPUÉS DEL COVID
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Difundo aquí el texto que publico hoy en la web de SEXÓLOGOS SIN FRONTERAS.

Enlace: http://sxlgsf.org/wp/sexualidad-despues-del-covid/

móvil en la playa mojado por el mar


Las grandes crisis siempre traen consecuencias directas sobre la vida de las personas; la importancia de las mismas va a depender de la medida en que afecten al entorno de aquellas.
Así, el covid-19 ha traído y traerá aún más consecuencias en muchos ámbitos de nuestra vida. Hablando de sexualidad las consecuencias directas tienen que ver, hoy, con el desarrollo de las relaciones personales y afectivas y abarcan aspectos importantes de nuestra sexualidad desde cómo contactar y/o ligar, hasta la vivencia del erotismo y el mantenimiento de relaciones sexuales.
 Pero también el covid-19 manifiesta sus efectos según vivamos solos o en pareja, según la edad de las personas, incluso, según su nivel cultural y económico; todos estos factores serán relevantes a la hora de anotar los efectos del covid en la vida sexual.
Ser adolescente, joven, adulto o mayor implica unos efectos en la vivencia de la sexualidad en estas circunstancias. Al unírsele a este aspecto de edad el nivel cultural-económico así como la diferenciación de vivir solo o en pareja se sumarán otros efectos. Todos ellos constituyen el mapa de lo que el covid-19 supondrá en los próximos meses.
La Sexualidad humana implica comunicación, intimidad, afecto y placer. Este virus incide de modo muy directo en el aspecto intimidad especialmente en aquellas personas que vivan solas ya que les dificulta el encontrar al otro/a con el que compartir su sexualidad, o si lo han encontrado tener una proximidad física e, incluso si viven juntos, se altera este aspecto de intimidad y proximidad física.
Piénsese en las instrucciones preventivas recibidas de las autoridades sanitarias entre las cuales la primera es mantener la distancia física. Tener esta proximidad física para poder tocar y acariciar es imprescindible para tener relaciones sexuales tal y como se entendían hasta ahora; es también consustancial con la vida humana, sin la posibilidad de sentir la piel del otro/a   no podemos vivir, como demuestra el ejemplo de los bebés criados sin contacto físico con otra figura humana.
 Si, además de la distancia física, se exige llevar mascarilla -como sería en caso de relacionarnos presencialmente con alguien con quien no vivimos- se incrementarían las dificultades de comunicación.
En el aspecto del afecto, las medidas preventivas si bien son molestas no impiden otras expresiones del mismo diferentes de tocar y acariciar. Se puede hablar, sonreír, mirar, utilizar la ternura en cualquier situación.
En el aspecto placer ocurre lo mismo. Eliminado, en alguna de sus formas, el aspecto de tocar y ser tocado por al otro/a puede obtenerse placer mediante la palabra y la mirada.
Las restricciones mencionadas van a quedarse por un tiempo, hasta que se cuente con vacuna u otra medida que permita el acercamiento más completo que la sexualidad humana demanda. Porque el peligro está en que este virus se transmite por secreciones y en un radio de algunos metros. Secreciones y poca distancia física son componentes esenciales de nuestra vivencia sexual.
¿Qué podemos hacer entonces? Aguzar la imaginación recurriendo a nuevas formas de contactar y de vivir el erotismo. Por cierto, que en éste se incluye el autoerotismo al que frecuentemente se olvida bajo el aspecto de vivencia sexual con otra/o siendo, en realidad, un aspecto digamos fundante de dicha vivencia. Como diría el filósofo: conócete a ti mismo. Y yo añado: solo así podrás mostrar al otro/a cómo eres y qué necesitas.
Se impone conocerse, ligar, comunicarse, mantener relaciones sexuales utilizando las nuevas tecnologías, las redes sociales, formas de contacto como el sexting (una vez asegurado el compromiso de privacidad), los nudes, los juguetes sexuales, etc.
Todo lo dicho hasta aquí supone, a su vez, posibilidades de desarrollo distintas si se es adolescente o mayor en tercera edad debido tanto a formación como a disponibilidad de medios. Piénsese que los medios tecnológicos que han sido mencionados no están a disposición de los mayores y adolescentes de la misma forma que lo están en la franja de edad correspondiente a la juventud y a la madurez, quizás porque estos dos segmentos son la población que desarrolla un trabajo. Además, en cuanto a capacitación para el uso de las nuevas tecnologías la franja de mayor edad está en inferioridad de condiciones. Se cumple así lo mencionado anteriormente de que el nivel cultural-económico influye en la nueva manera de vivir la sexualidad.
Al mismo tiempo, la nueva era va a exigir que tanto como individuos como sociedad salgamos de la Caja de Confort en campos muy relevantes de la ciencia social como es el derecho que se ve afectado por estas nuevas formas de vivencia sexual. Piénsese en la protección de datos, el derecho a la intimidad y honor, la violencia sexual, el consentimiento, la orientación, la identidad sexual, la educación sexual y otros cuyas regulaciones habrá que modificar para que tengan cabida las nuevas expresiones al tiempo que se preservan los derechos fundamentales de los individuos.
Por muy de cambio que sea el momento actual bajo ninguna circunstancia debe olvidarse el importante legado de las luchas sociales más recientes, que aún están dando sus frutos, como son la lucha contra la Violencia de Género, la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres así como la lucha por los derechos de las personas LGTBI. 
Pero como no todo va a ser negativo conviene subraya algunos aspectos que se derivan de la especial situación en la que está toda la humanidad, todos los países; estos aspectos son de tipo general e individual.
En los generales, el primero sería que el virus afecta a todo el conjunto de países y de población de lo cual se derivan los siguientes:
  • El proceso de búsqueda de información y soluciones es tan intenso que la información fluye continuamente entre organizaciones, países, profesionales, etc.
  • Hay tantos grupos de investigación buscando datos y generando conocimientos que se facilitan las sinergias entre ellos y ello mejora la probabilidad de encontrar soluciones.
  • Generación, difusión y aplicación de los conocimientos se van conociendo en tiempo real lo que contribuye a tranquilizar y mantener la confianza.
  • El auge de nuevas profesiones hasta ahora apartadas de la relevancia pública como sexólogos y educadores sexuales
En los individuales, tendríamos:
  • Se impone el autodescubrimiento personal y sexual
  • Se incrementará el interés por establecer vínculos estables
  • El hecho de que todas/os estamos en la misma situación genera confianza en que podemos adaptarnos 
  • Al vemos afectados al mismo tiempo las nuevas formas de vivir y expresar la sexualidad no suponen discriminación y/o crítica social.
  • La vivencia de la sexualidad deja a un lado el miedo a ITS y embarazos, se hace positiva. 
Acabo con una pregunta que me hago a menudo ¿Veremos algún día la mascarilla convertida en un nuevo fetiche sexual?
Fdo: Marlis González
Vicepresidenta de Sexólogos Sin Fronteras