martes, 10 de diciembre de 2013

SI ME HUBIERAN DICHO QUE...


Cuando yo era jovencita aún vivía el dictador. en mi pueblo no se hablaba de política ni se sabia de politica...solamente en alguna ocasión pudimos los niños oír -vagamente-  cosas referidas a tal materia con expresiones como aquello que no vuelva nunca...los periódicos dicen lo que les ponen..

   AQUELLO.... el asunto sin definir, lo inombrable, el miedo  que mantuvo sellada la boca de tantos de nuestros mayores.

   Hasta que murió el dictador y todo estalló. Como se abre una flor con la llegada de la primavera, en España todo era primavera, todo estaba por nacer, por hacer. Jóvenes y mayores ilusionados, involucrados cada uno a su manera en lograr que todo fuera distinto para siempre. No sin obstáculos, desde luego

   Lo que vino después es de todos conocido. Y así..han transcurrido 38 años hasta el día de hoy en el que nos encontramos en una inflexión, justo del sentido contrario. Todo ahora está por hacer de nuevo o rehacer con otras reglas, según algunos. Pero ya no es la ilusión la emoción que acompaña este quehacer, sino la frustración, la rabia, la angustia, amargura y, finalmente la resignación.

   No me refiero a la resignación de tirar la toalla y aceptar que nada se puede hacer. Hablo de la resignación de tener que comenzar de nuevo, ya con menos fuerzas y  casi sin confianza de que podamos en nuestro país salir adelante como sociedad inteligente, cohesionada, justa.

   Es en estos momentos de ligera deseperanza cuando viene a la mente de muchos ciudadanos que están en la mitad de su vida o han sobrepasado su ecuador reflexiones que comienzan por un si me hubieran dicho que...

   Si me hubieran dicho que la institución heredada del dictador estaría hoy bajo la acusación de corrupción y siendo tratada con evidentes privilegios por la justicia ¿qué hubiera hecho durante la transición..? ¿hubiera votado la Ley de la reforma política, aceptado la Monarquía o hubiera reclamado la República?

   Si me hubieran dicho que los partidos políticos por cuya implantación y defensa tantos españoles se dejaron la vida son hoy día reductos de la más anticuada forma de organización interna, hasta el punto que favorecen las castas internas e imposibilitan la plena participación de la ciudadanía en la política, ¿ qué hubiera hecho en el momento de votar la constitución?

   Si me hubieran dicho que la Organización Hospitalaria nacida durante la dictadura, que hoy es modelo aún para tantos países y que entonces permitió quizás la única cuota de igualdad entre ciudadanos, sería  pasto de empresarios usureros que solo velan por su negocio y no por los intereses de todos, ¿que hubiese hecho en 1977 en el momento de votar en las primeras elecciones democráticas?

   Si me hubieran dicho que el Sistema Educativo español sería a estas alturas un remedo de lo que era en el año 1975 donde muy pocos estudiaban y existían dos clases de educación: pública y privada en colegios religiosos, ¿qué hubiera hecho al votar en las elecciones de 1979?

   Si me hubieran dicho que, tras una especie de luna de miel causada por la publicación de la Ley de  Dependencia, las personas con algún tipo de discapacidad o enfermedad crónica están hoy casi tan desvalidas como entonces al desarticularse el sistema previsto en dicha ley  ¿ qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 1982?

   Si me hubieran dicho que la situación de la mujer, que tanto ha avanzado en todos los sentidos (con gobiernos socialistas conviene referir), está retrocediendo a velocidad vertiginosa bajo el auspicio de la Iglesia y ministros católicos pareciéndose terriblemente a la existente en 1975  ¿qué hubiera hecho yo en el momento de votar en el año 1986?

   Si me hubieran dicho que, tras décadas de ímprobos esfuerzos económicos y personales, nuestra juventud mejor formada tiene que huir del país para poder ganarse el sustento al estilo de sus bisabuelos y abuelos que huyeron a América o a Europa para tener una vida digna y un futuro para sus hijos ¿ qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 1989?

   Si me hubieran dicho que España iba a alcanzar un nivel en la investigación casi a la altura de sus vecinos europeos para, bruscamente, desmantelar todo lo construido durante la democracia bajo la errónea concepción de que investigar es un gasto y no una inversión de futuro -casi la única en que nuestro país puede destacar- ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 1993?

   Si me hubieran dicho que los mayores iban a estar, de nuevo, desprotegidos por partida múltiple (reducción de pensiones, prestaciones sanitarias-farmacéuticas-sociales pero también  de derechos fundamentales) igualándose con la situación del año  1975 ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 1996?

   Si me hubieran dicho que en tantos años de democracia no lograríamos construir un Estado laico ni lograr una verdadera separación entre los poderes públicos de forma que una institución religiosa sigue manejando los hilos de nuestra convivencia ciudadana, de nuestra vida íntima, entrometiéndose en la forma de vivir la sexualidad y rechazando los Derechos Humanos Sexuales establecidos por la ONU ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 2000?

   Si me hubieran dicho que las AAPP no lograrían alcanzar cuotas de eficacia y transparencia establecidas en los estándares internacionales porque ningún gobierno apostó con suficiente energía por su desarrollo y transformación y ahora -so pretexto de la crisis económica- se desmantela sin pudor el sector público que debe proteger a todos ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 2004?

   Si me hubieran dicho que la imagen de España en el Exterior -la conocida Marca España- estaría hoy bajo mínimos al ser vistos de nuevo como un país de emigrantes, poco serio y cada vez menos democrático y más desigual ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 2008?

   Si me hubieran dicho que tras estos 38 años se estaría tramitando una Ley que impide la libertad de manifestación y expresión del parecer ciudadano cuando es contrario al gobierno de turno, estableciendo altísimas sanciones económicas imposibles de pagar aún por ciudadanos bien situados ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 2011?

   Este  triste lamento no pretende sino destacar que lo que hoy tenemos es únicamente el producto de dos cosas: nuestra elección al votar y nuestra propia irresponsabilidad. Al igual que el ciudadano que se hace alguna de estas reflexiones me aflige pensar en todas las veces  que dejé pasar cosas porque ya había representantes políticos que se ocupaban de ellas en lugar de ponerme a leer, estudiar y confrontar.

  Asi se han ido produciendo hechos, no todos malos, que han conformado la España de hoy, esa que necesitamos cambiar con urgencia so pena de la desestructuración interna, la irrelevancia internacional y de perder definitivamente a la generación  que se está yendo.

    Y me pregunto: ahora ¿ quien nos va a despertar del letargo? ¿ seremos nosotros mismos esta vez?
S