Cuando yo era jovencita aún vivía el dictador. en
mi pueblo no se hablaba de política ni se sabia de politica...solamente en
alguna ocasión pudimos los niños oír -vagamente- cosas referidas a tal materia con expresiones
como aquello que no vuelva nunca...los periódicos dicen lo que les ponen..
AQUELLO.... el asunto sin definir, lo inombrable, el miedo que mantuvo sellada la boca de tantos de
nuestros mayores.
Hasta
que murió el dictador y todo estalló. Como se abre una flor con la llegada de
la primavera, en España todo era primavera, todo estaba por nacer, por hacer.
Jóvenes y mayores ilusionados, involucrados cada uno a su manera en lograr que
todo fuera distinto para siempre. No sin obstáculos, desde luego
Lo que
vino después es de todos conocido. Y así..han transcurrido 38 años hasta el día
de hoy en el que nos encontramos en una inflexión, justo del sentido contrario.
Todo ahora está por hacer de nuevo o rehacer con otras reglas, según algunos.
Pero ya no es la ilusión la emoción que acompaña este quehacer, sino la
frustración, la rabia, la angustia, amargura y, finalmente la resignación.
No me
refiero a la resignación de tirar la toalla y aceptar que nada se puede hacer.
Hablo de la resignación de tener que comenzar de nuevo, ya con menos fuerzas
y casi sin confianza de que podamos en
nuestro país salir adelante como sociedad inteligente, cohesionada, justa.
Es en
estos momentos de ligera deseperanza cuando viene a la mente de muchos
ciudadanos que están en la mitad de su vida o han sobrepasado su ecuador
reflexiones que comienzan por un si me hubieran dicho que...
Si me
hubieran dicho que la institución heredada del dictador estaría hoy bajo la
acusación de corrupción y siendo tratada con evidentes privilegios por la
justicia ¿qué hubiera hecho durante la transición..? ¿hubiera votado la Ley de
la reforma política, aceptado la Monarquía o hubiera reclamado la República?
Si me
hubieran dicho que los partidos políticos por cuya implantación y defensa
tantos españoles se dejaron la vida son hoy día reductos de la más anticuada
forma de organización interna, hasta el punto que favorecen las castas internas
e imposibilitan la plena participación de la ciudadanía en la política, ¿ qué
hubiera hecho en el momento de votar la constitución?
Si me
hubieran dicho que la Organización Hospitalaria nacida durante la dictadura,
que hoy es modelo aún para tantos países y que entonces permitió quizás la única
cuota de igualdad entre ciudadanos, sería pasto de empresarios usureros que
solo velan por su negocio y no por los intereses de todos, ¿que hubiese hecho
en 1977 en el momento de votar en las primeras elecciones democráticas?
Si me
hubieran dicho que el Sistema Educativo español sería a estas alturas un remedo
de lo que era en el año 1975 donde muy pocos estudiaban y existían dos clases
de educación: pública y privada en colegios religiosos, ¿qué hubiera hecho al
votar en las elecciones de 1979?
Si me
hubieran dicho que, tras una especie de luna de miel causada por la publicación
de la Ley de Dependencia, las personas
con algún tipo de discapacidad o enfermedad crónica están hoy casi tan
desvalidas como entonces al desarticularse el sistema previsto en
dicha ley ¿ qué hubiera hecho en el
momento de votar en el año 1982?
Si me
hubieran dicho que la situación de la mujer, que tanto ha avanzado en todos los
sentidos (con gobiernos socialistas conviene referir), está retrocediendo a velocidad
vertiginosa bajo el auspicio de la Iglesia y ministros católicos pareciéndose
terriblemente a la existente en 1975
¿qué hubiera hecho yo en el momento de votar en el año 1986?
Si me
hubieran dicho que, tras décadas de ímprobos esfuerzos económicos y personales,
nuestra juventud mejor formada tiene que huir del país para poder ganarse el
sustento al estilo de sus bisabuelos y abuelos que huyeron a América o a Europa
para tener una vida digna y un futuro para sus hijos ¿ qué hubiera hecho en el momento
de votar en el año 1989?
Si me
hubieran dicho que España iba a alcanzar un nivel en la investigación casi a la
altura de sus vecinos europeos para, bruscamente, desmantelar todo lo
construido durante la democracia bajo la errónea concepción de que investigar
es un gasto y no una inversión de futuro -casi la única en que nuestro país
puede destacar- ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 1993?
Si me
hubieran dicho que los mayores iban a estar, de nuevo, desprotegidos por
partida múltiple (reducción de pensiones, prestaciones
sanitarias-farmacéuticas-sociales pero también
de derechos fundamentales) igualándose con la situación del año 1975 ¿qué hubiera hecho en el momento de
votar en el año 1996?
Si me
hubieran dicho que en tantos años de democracia no lograríamos construir un
Estado laico ni lograr una verdadera separación entre los poderes públicos de
forma que una institución religiosa sigue manejando los hilos de nuestra
convivencia ciudadana, de nuestra vida íntima, entrometiéndose en la forma de
vivir la sexualidad y rechazando los Derechos Humanos Sexuales establecidos por
la ONU ¿qué hubiera hecho en el momento de votar en el año 2000?
Si me
hubieran dicho que las AAPP no lograrían alcanzar cuotas de eficacia y transparencia
establecidas en los estándares internacionales porque ningún gobierno apostó
con suficiente energía por su desarrollo y transformación y ahora -so pretexto
de la crisis económica- se desmantela sin pudor el sector público que debe proteger a todos ¿qué hubiera
hecho en el momento de votar en el año 2004?
Si me
hubieran dicho que la imagen de España en el Exterior -la conocida Marca
España- estaría hoy bajo mínimos al ser vistos de nuevo como un país de
emigrantes, poco serio y cada vez menos democrático y más desigual ¿qué hubiera
hecho en el momento de votar en el año 2008?
Si me
hubieran dicho que tras estos 38 años se estaría tramitando una Ley que impide
la libertad de manifestación y expresión del parecer ciudadano cuando es
contrario al gobierno de turno, estableciendo altísimas sanciones económicas
imposibles de pagar aún por ciudadanos bien situados ¿qué hubiera hecho en el
momento de votar en el año 2011?
Este triste lamento no pretende
sino destacar que lo que hoy tenemos es únicamente el producto de dos cosas:
nuestra elección al votar y nuestra propia irresponsabilidad. Al igual que el
ciudadano que se hace alguna de estas reflexiones me aflige pensar en todas las
veces que dejé pasar cosas porque ya
había representantes políticos que se ocupaban de ellas en lugar de ponerme a
leer, estudiar y confrontar.
Asi se
han ido produciendo hechos, no todos malos, que han conformado la España de
hoy, esa que necesitamos cambiar con urgencia so pena de la desestructuración
interna, la irrelevancia internacional y de perder definitivamente a la
generación que se está yendo.
Y me pregunto: ahora
¿ quien nos va a despertar del letargo? ¿ seremos nosotros mismos esta vez?
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