lunes, 2 de diciembre de 2019

CONFUSIONES INTERESADAS EN VIOLENCIA DE GÉNERO

   El pasado 22 de noviembre tuve ocasión de participar como ponente, en un acto organizado por Pilar Hiruela y el Grupo Municipal Socialista de Valdemorillo sobre la Violencia de Género. 

   La conferencia se titulaba "La VG un problema social de primera magnitud ¿cómo revertir la situación?". Participaron en la mesa Pilar LLop como jueza especializada en VG, Minerva como víctima de esta lacra y dos policías de la unidad de protección a la mujer-UFAM.

   Como suele suceder no dio tiempo de contestar todas las preguntas que los oyentes habían preparado y a la salida nos quedamos charlando muchos asistentes para aclarar dudas si fuese posible.

   La mayor parte eran de confusiones interesadas que últimamente se difunden y amplifican por ciertas organizaciones políticas de extrema derecha a las que alegremente se suman otros grupos que presumen de más moderados.

   Voy a reproducir aquí las dudas.

   Denuncias falsas: ¿por qué, si hay tan pocas, se oye continuamente que son muchísimas? es que, de forma interesada, se mezclan conceptos diferentes. Una denuncia falsa es la que sido declarada como tal por un tribunal tras la instrucción de un procedimiento. Se ven reflejadas en la Memoria Anual de la Fiscalía.

   Torticeramente, se denominan denuncias falsas a aquellos procedimientos en VG que, iniciados tras una denuncia y tras haber sido instruidos por un tribunal, concluyen con su archivo por falta de pruebas. La falta de pruebas significa que los hechos no han podido demostrarse no que no hayan sucedido. Muchas veces, al repetirse los mismos y tras una nueva denuncia, consiguen probarse y el procedimiento acaba en sentencia condenatoria.

   Luego...ausencia de condena no significa que la denuncia sea falsa.

   Terrorismo machista: la equiparación del terrorismo etarra al terrorismo machista que mencionó el periodista José Maria Calleja en un programa de TV ha sido como un revulsivo que no deja a nadie indiferente. Ni contento!!.

   Varones presentes en la conferencia confesaban que no les gustaba porque...¿qué tengo yo que ver con un etarra? pero reconocían que van más muertas por esta causa y en menos años, luego eso ha de significar algo, y algo muy relevante.

   Aquí observamos un problema de identificación. Es muy fácil identificarse negativamente con un etarra, es tan claro que la mayoría de los varones no son etarras, no comparten ninguna característica con los varones de esa organización terrorista que está muy claro.

   Ahora bien, no es tan fácil identificarse (positivamente o negativamente) con un agresor o asesino por VG. Positivamente, claro está, porque "yo no soy un asesino de género". Pero, negativamente, es también muy difícil. Porque, así como estaban claras las características de los asesinos etarras y era demostrable para cualquier varón que no las tenia, en el caso de VG -lacra que se da en todas las edades, clases sociales, lugares de residencia, nacionalidades, niveles culturales, creencias religiosas y políticas, etc- ¿ como puede un varón asegurar "yo no soy de esos"?. Esos son como cualquiera, cualquier varón de cualquier parte y condición. 

   Y eso es lo que da miedo. No solo da miedo a las víctimas, lo da también a la totalidad de mujeres susceptibles de padecer VG, a los familiares y amigos de cualquier mujer e, incluso, a los varones que no son violentos. Pues se trata de alguien como ellos, que puede surgir en cualquier parte y puede hacer sufrir a cualquier mujer de su entorno familiar o personal.

   Es decir: esta VG nos afecta a todos. Nos daña a todos.

   Ley Protección Integral contra la VG deja indefensos a los hombres: esta es una falacia que conviene desentrañar. En nuestro país existe la protección ante los delitos y la garantía de ser atendido por el sistema judicial seas quien seas. Así, cualquier hombre que sufra un delito de violencia, que no será de género porque esta solo la pueden sufrir las mujeres, será atendido su caso según la tipificación delictiva que de los hechos haga el Código Penal. No queda desprotegido solo porque su caso no esté regulado en la ley de protección integral contra la VG. Esto hay que remarcarlo hasta la saciedad porque parece que a los hombres se los deja desamparados. Y no. No es así. Son atendidos siempre y en cualquier caso con arreglo a la ley que corresponda.

   Diferencia en los datos:

   Esto suele ser habitual ya que los datos proceden de diversas fuentes y, además, son incluidos en las mismas en diferentes momentos de la investigación. Así tenemos, por una parte, los recogidos por el portal feminicidio.net que está completamente al día sobre los asesinatos perpetrados sobre mujeres incluyendo las referencias nada más ocurrir los hechos.

   Por otra parte, tenemos los datos de la Memoria de la Fiscalía, desagregados en varios conceptos, que solo se refieren a aquellos casos que, tras la investigación policial se concluye que la causa de la muerte ha sido VG. También figuran en este apartado los recogidos por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

   ¿Qué importancia tiene esta diferencia? A mi juicio solo la de alertarnos de forma inmediata sobre la cantidad de muertes de mujeres por violencia, en el caso de feminicidio.net. Eso permite pensar, analizar, alertar de que sea por un tipo de violencia u otro, la muerte de las mujeres es un asunto que nos interpela a todos que no debemos ni podemos permitirnos.

   En los otros casos lo que tenemos es la seguridad de que se ha desarrollado una investigación completa y con todas las garantías por parte de las autoridades hasta probar que ha habido VG. Y, aunque sean menos, no nos tranquiliza porque la realidad es que no debería ser ninguna.

   Os dejo aquí unas fotos del acto...