lunes, 12 de marzo de 2018




PERFIL CANDIDATO/A  PARA  MADRID CIUDAD

  Se aproximan elecciones, municipales y autonómicas en 2019. Los partidos afinan su maquinaria, los periodistas acechan cualquier atisbo de novedad, la gente comenta entre esperanzada y decepcionada, los militantes se impacientan, porque, como es natural a todos afecta lo que vaya a ocurrir.

  En RRSS estos días se ha comenzado a hablar de candidatos y del perfil que deben poseer las personas que pretendan serlo. Es seguro que cada uno de nosotros tenemos un candidato o candidata ideal que reúne, por lo general, aquellas características que consideramos buenas para el ejercicio de la política.

 Yo también tengo mi perfil favorito que ha de reunir la persona que sea candidata o candidato y me voy a atrever a mostrarlo. Como es natural, hablaré solo de lo que considero bueno. Haré 3 apartados: experiencia, competencias y fortalezas.

Experiencia: En este apartado me refiero a que tenga experiencia laboral, un mínimo de 5 años cotizados, con ello se asegura una cierta capacidad de adaptación a la frustración y el estrés que puede producir la vida laboral. También que tenga un mínimo de experiencia política, en un puesto orgánico o representativo dentro de la organización, lo que asegura que conozca el interior de la misma, su cultura y las aspiraciones de sus militantes.

Competencias: ha de tener un nivel de formación y conocimientos, tanto a nivel académico como experiencial, adecuado para desempeñar el cargo para el que va a presentar su candidatura. Esta formación y conocimientos debe ser acreditada documentalmente por los medios habituales para ello.

Fortalezas: este es el apartado para mí más importante ya que van a definir la forma de ser de la persona candidata y la forma de afrontar el proyecto, las dificultades y obstáculos, las circunstancias nuevas que aparezcan. Son relevantes porque le permitirán trabajar fluyendo, generando menos cansancio.

Empatía: la capacidad de ponerse en lugar del otro, es importante para quien va a ocupar un alto cargo público. Sin ella no se llega a comprender del todo las aspiraciones del votante y, además, éste percibe al candidato como frío y distante, lo que resta votos.

Resonancia: debe ser un líder resonante, concepto que resumido al extremo significa que ha de expresarse y hacerse visible como una persona en su esencia, no como una máscara (la máscara de la persona que ejerce la política, tan conocida por otra parte), con valores firme -alineados con los de su organización-, alguien que obtiene resultados. Y con fortalezas que se describen en los siguientes apartados.

Confianza: transmitir confianza, un requisito que desde siempre se exige a quien aspira a un cargo político representativo. Más no es la confianza una fortaleza cualquiera, ni es simple, ni es dual, algo que se tiene o no se tiene.
Muy al contrario, es una fortaleza compuesta que se tiene en mayor o menor grado según se acredite poseer sus distintos elementos. 

   Y ¿cuáles son esos elementos? Son la sinceridad, la competencia y la credibilidad.

A-     Sinceridad:  existe la creencia de que los cargos políticos “mienten” lo que parece indicar que se necesita que sean capaces de decir la verdad, que es una demanda de los votantes.
B-     Competencia: la capacidad para afrontar los desafíos de un puesto o una misión lo que requiere conocimientos y habilidades ya reflejadas en otros puntos.
C-       Credibilidad: esta es una cualidad que se refiere al pasado, al bagaje de la persona. Generará más confianza cuanto más se conozca qué hizo en el pasado afrontando hechos difíciles o bien hechos similares a los que le esperan en su nuevo destino.

Lealtad: esta fortaleza funciona en dos direcciones. No solo ha de ser leal a la organización a través de la cual ha accedido al puesto sino también a la ciudad, comunidad o gobierno nacional que representa.

Proximidad: indica cercanía al votante. Y esa cercanía el votante la percibe según el nivel de empatía que la persona candidata transmita.

Emociones: capacidad de gestión emocional. Ha de enfrentarse a gran número de situaciones que provocan emociones muy distintas. Según como las gestione generará menos tensiones y menos estrés tanto para sí mismo como para la organización.

Aglutinador: capacidad para aglutinar en torno a sí mismo y el proyecto que defienda a personas pertenecientes a la organización como al exterior de la misma.

Negociador: dotes para la negociación entendida no como imposición-anulación del contrario sino como generador de situaciones en las que ambos cedan y ambos ganen.

Templanza: la moderación, sobriedad, continencia tanto en el afrontamiento de su actividad pública como en el desarrollo de su vida personal son cualidades imprescindibles para una persona dedicada a la actividad pública en el momento actual.


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