Hoy
cumple el Partido Socialista Obrero Español 135 años. Años
cargados de historia: de triunfos, fracasos, cambios, persecuciones,
exilio, guerra, trabajo, ilusión, esfuerzo, lealtad,
modernidad,alegría. Porque de todo eso hay en su historia, en
nuestra historia.
Sin
duda durante muchos años ha sido también el reflejo de la sociedad
española existiendo entre ambos una comunión que hoy se echa en
falta. Como alguien dijo una vez, y fue eslogan de gran éxito, Somos
el partido que más se parece a España.
No obstante, la situación actual no es de las mejores para celebrar tal
efemérides. Y no lo es por múltiples causas entre las que habrá que
incluir no solo la crisis española y la situación política de
Europa, el devenir de la socialdemocracia europea, sino también la
crisis interna, es decir, la organización del propio PSOE, su
vinculación con la sociedad española, su desconocida visión de
futuro -tanto del país como de sí mismo- para las próximas
décadas.
Mucho
se habla de los remedios para cambiar el rumbo de la organización.
Unos creen necesaria una Regeneración mientras que otros proponen
una Refundación, sin olvidar, claro está, a todos aquellos que
prefieren continuar como hasta ahora.
No
soy yo de estos últimos, por eso quiero analizar los contenidos de
cada uno de los términos arriba propuestos para tratar de ver cual
de ellos solucionaría mejor, hoy, nuestros problemas.
Tomando
el término regenerar vemos que su significado es que
alguien abandone una conducta o hábitos reprobables; también
someter a materias desechadas a tratamientos para que puedan ser
reutilizados.
Si
tomamos, en cambio, el término refundar constatamos
que su significado indica la transformación radical de una sociedad
o institución para adaptarla a los nuevos tiempos o a otros fines de
aquellos para los que fue creada; en una versión más suave sería
revisar la marcha de una entidad o institución para hacerla volver a
sus principios originales o para adaptar estos a los nuevos tiempos.
Aplicando
ambos significados a un partido como el PSOE y su situación actual,
incardinado en la socialdemocracia europea, le cuadra mejor el
término refundar tanto en su versión más radical como en la más
suave. En ambas queda patente que es una renovación total, tanto si
se quiere volver a los principios originales -difundidos a través
del Programa máximo de 1880- como si se pretende adaptar éstos y la
organización a los tiempos actuales. El término regenerar es una
mera medicina aplicada sobre un enfermo con muchos achaques y años
lo que restará éxito al tratamiento.
Queda
claro, pues, que defiendo la segunda opción.
Ahora
bien, ¿cuál sería su contenido?
A
mi juicio en cuanto a objetivos políticos y sociales poco habría
que cambiar del Programa máximo, si acaso habría que redefinir
algunos términos como burguesía, proletariado, para ampliar su
contenido. Ni los burgueses son hoy aquellos ni los proletarios son
hoy los mismos. No puede entenderse hoy más clases que la de los
trabajadores y burgueses financieros puesto que, incluso, la
tradicional burguesía propietaria de los medios de producción está
hoy sometida a poderes financieros cuasi desconocidos que se guían
por la usura (si bien esta usura es específica) comprando y
vendiendo con solo un movimiento el trabajo y el producto de
trabajadores y burgueses. Ganando dinero, con el que someten a los
poderes políticos, sin invertir en medios de producción ni prestar
la fuerza de su trabajo.
Más
sería lo que habría de modificarse en la organización interna, el
liderazgo, la ejemplaridad moral en cuestiones de derechos
fundamentales, la transparencia, la lucha contra la corrupción y la
vinculación con la sociedad. No es la primera vez que escribo post
al respecto. En este mismo blog he comentado ya sobre las primarias,
machismo, participación, etc y no voy a repetirme. Lo que sí haré
es atreverme a señalar algunos puntos por los que podría regenerase
hoy el PSOE:
Focalización
de la actividad y los programas del PSOE, siempre, en el
empleo y las condiciones laborales.
Programa
económico basado en la economía del bien común y social.
Sistema
impositivo progresivo aplicado realmente que imposibilite que
los grandes capitales especulativos no contribuyan al sostenimiento
del país.
Máximo
poder de decisión de los militantes (un militante un voto en
las cuestiones decisorias).
Acceso
a los puestos de la organización siguiendo los principios de mérito
y capacidad, evitando la instauración de dinastías
que ostentan el poder e impiden la movilidad y la participación
de los militantes al máximo nivel.
Limitación
de mandatos, tanto para puestos electos como orgánicos.
Vinculación
directa con la sociedad a través de un contrato, el programa
político. Los cargos electos estarían vinculados a un
territorio, siendo accesibles y respondiendo directamente a la
ciudadanía aún cuando la ley electoral no lo establezca así.
Nunca hemos tomado en serio esta cuestión ni se ha entendido el
programa electoral como un contrato vinculante.
Hay
muchas más, soy consciente, pero si estas se llevaran a cabo el
cambio de percepción por parte de los ciudadanos comenzaría. No sé
qué pensáis vosotros ¿os atreveis a debatir?
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